Troncos para Acuario
Esta es una completa guía para poder escoger y preparar los troncos más adecuados para tu acuario. No compres troncos en la tienda, es mucho más divertido y barato recolectarlos en tus paseos por el campo.
No tengas el acuario sin troncos. Los troncos y cañas son unos de los elementos decorativos de mayor importancia en el acuario. A este aspecto se une la virtud de su escaso peso. Muchos peces, como los discos, los encuentran imprescindibles en su entorno; otros como los plecos, necesitan chupar celulosa de ellos.
Tipos de tronco más adecuados
El tipo más adecuado es, indiscutiblemente, la cepa de la vid. En general, conviene huir de las maderas blandas, esponjosas o resinosas. Cuanto más podrido esté un tronco, más útil nos será evitando siempre las maderas verdes. Lo ideal es emplear troncos que hayan sido recogidos en ríos, embalses o playas. Los ideales son los que proceden de las turberas.
* Maderas adecuadas: cepas de vid, raíces de sauce, madera sumergida durante largo tiempo.
* Maderas inadecuadas: madera verde, troncos de pino, abeto, maderas muy esponjosas, maderas aromáticas, maderas artificiales, conglomerados.
* Cañas adecuadas: bambú seco, cañas de rivera (plantas palustres).
* Cañas inadecuadas: cañas aplicadas en decoración (barnizadas, teñidas, etc.), cañas recién cortadas (verdes).
Respecto a las tonalidades que pueden encontrarse, todos los troncos poseen una tonalidad pardo-rojiza oscura. Las cañas tienen colores más claros. Troncos de tonalidades diferentes deben ser rechazados, pues seguramente incorporarán tintes.
Preparación
Los troncos recogidos se deben limpiar escrupulosamente con agua y lejía (Lavandina). Después hervir un par de veces lo cual, aparte de esterilizarlo, encharcará el tronco evitando que flote. Si el tronco es demasiado grande se escaldará varias veces en una bañera con el agua lo más caliente posible.
Si no están curados, la forma más completa de curar los troncos es mantenerlos sumergidos durante varios meses, hasta que ya no floten ni desprendan sustancias colorantes. En realidad, el proceso de curación consiste básicamente en pudrir las partes del tronco que sean susceptibles de ello, hasta que ya no puede sufrir ningún deterioro más, por lo que no contamina el agua del acuario ni consume oxígeno.
Respecto al polvillo que se desprende durante la manipulación de troncos curados, no debe preocuparnos. El filtro lo eliminará en pocos días sin problemas. Pueden teñir el agua con un ligero color parduzco. No nos preocupemos, desaparecerá solo en un par de meses y no molesta en absoluto a los peces.
Con las cañas debe cuidarse escrupulosamente que estén bien secas y no les queden partes verdes. Asi mismo, deben cepillarse y desinfectarse con agua y lejía.
Problemas de flotabilidad
Los troncos de cualquier origen, si están secos, flotan. Ello es debido a que los vasos conductores están llenos de aire. Al cabo de cierto tiempo de inmersión los vasos conductores se llenan de agua y los troncos se hunden hasta el fondo, proceso que se puede acelerar hirviendo o escaldando el tronco. Para evitar que floten es mejor mantenerlos sumergidos durante un tiempo hasta que queden totalmente empapados, mientras tanto, podemos fijarlos con nailon (hilo de pescar) a una piedra. Una ver sumergido el nailon sera invisible.
La cañas siendo un material más liviano no pierden nunca la flotabilidad. Para corregir este inconveniente las perforaremos por un extremo y después rellenaremos el hueco con perdigones y silicona. Es muy importante que el plomo no quede en contacto con el agua, pues deprendería sustancias tóxicas para los peces.
Esta es una completa guía para poder escoger y preparar los troncos más adecuados para tu acuario. No compres troncos en la tienda, es mucho más divertido y barato recolectarlos en tus paseos por el campo.
No tengas el acuario sin troncos. Los troncos y cañas son unos de los elementos decorativos de mayor importancia en el acuario. A este aspecto se une la virtud de su escaso peso. Muchos peces, como los discos, los encuentran imprescindibles en su entorno; otros como los plecos, necesitan chupar celulosa de ellos.
Tipos de tronco más adecuados
El tipo más adecuado es, indiscutiblemente, la cepa de la vid. En general, conviene huir de las maderas blandas, esponjosas o resinosas. Cuanto más podrido esté un tronco, más útil nos será evitando siempre las maderas verdes. Lo ideal es emplear troncos que hayan sido recogidos en ríos, embalses o playas. Los ideales son los que proceden de las turberas.
* Maderas adecuadas: cepas de vid, raíces de sauce, madera sumergida durante largo tiempo.
* Maderas inadecuadas: madera verde, troncos de pino, abeto, maderas muy esponjosas, maderas aromáticas, maderas artificiales, conglomerados.
* Cañas adecuadas: bambú seco, cañas de rivera (plantas palustres).
* Cañas inadecuadas: cañas aplicadas en decoración (barnizadas, teñidas, etc.), cañas recién cortadas (verdes).
Respecto a las tonalidades que pueden encontrarse, todos los troncos poseen una tonalidad pardo-rojiza oscura. Las cañas tienen colores más claros. Troncos de tonalidades diferentes deben ser rechazados, pues seguramente incorporarán tintes.
Preparación
Los troncos recogidos se deben limpiar escrupulosamente con agua y lejía (Lavandina). Después hervir un par de veces lo cual, aparte de esterilizarlo, encharcará el tronco evitando que flote. Si el tronco es demasiado grande se escaldará varias veces en una bañera con el agua lo más caliente posible.
Si no están curados, la forma más completa de curar los troncos es mantenerlos sumergidos durante varios meses, hasta que ya no floten ni desprendan sustancias colorantes. En realidad, el proceso de curación consiste básicamente en pudrir las partes del tronco que sean susceptibles de ello, hasta que ya no puede sufrir ningún deterioro más, por lo que no contamina el agua del acuario ni consume oxígeno.
Respecto al polvillo que se desprende durante la manipulación de troncos curados, no debe preocuparnos. El filtro lo eliminará en pocos días sin problemas. Pueden teñir el agua con un ligero color parduzco. No nos preocupemos, desaparecerá solo en un par de meses y no molesta en absoluto a los peces.
Con las cañas debe cuidarse escrupulosamente que estén bien secas y no les queden partes verdes. Asi mismo, deben cepillarse y desinfectarse con agua y lejía.
Problemas de flotabilidad
Los troncos de cualquier origen, si están secos, flotan. Ello es debido a que los vasos conductores están llenos de aire. Al cabo de cierto tiempo de inmersión los vasos conductores se llenan de agua y los troncos se hunden hasta el fondo, proceso que se puede acelerar hirviendo o escaldando el tronco. Para evitar que floten es mejor mantenerlos sumergidos durante un tiempo hasta que queden totalmente empapados, mientras tanto, podemos fijarlos con nailon (hilo de pescar) a una piedra. Una ver sumergido el nailon sera invisible.
La cañas siendo un material más liviano no pierden nunca la flotabilidad. Para corregir este inconveniente las perforaremos por un extremo y después rellenaremos el hueco con perdigones y silicona. Es muy importante que el plomo no quede en contacto con el agua, pues deprendería sustancias tóxicas para los peces.